Autodeterminación y autodefensa en Cherán, Michoacán

[ Foto: Juan Jose Estrada Serafin ]

Simòn Sedillo

El martes, 11 de diciembre de 2012, el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció que el coloso bancario HSBC goza de inmunidad procesal a pesar de pruebas contundentes de su constante negación a implementar controles contra el lavado de dinero. El subprocurador Lanny Breuer dijo: «Si las autoridades de EU hubieran tomado la decisión de presentar acusaciones penales, es casi seguro que HSBC hubiera perdido su licencia bancaria para operar en EU, el futuro de la institución se hubiera visto amenazado y con ello todo el sistema financiero internacional hubiera sido desestabilizado”.

¿Todo el sistema financiero internacional hubiera sido desestabilizado?

El Departamento de Justicia optó para cobrarle a HSBC una multa inédita de 1.9 mil millones de dólares y ordenar la supervisión de las actividades del banco durante 5 años. La cantidad de 1.9 mil millones de dólares equivale la cantidad que gana HSBC en cinco semanas, es decir, no es nada ‐ una gota en el océano. Lo más triste de la historia contada en los medios comerciales es el enfoque sobre el dinero lavado y multado sin mención de las personas asesinadas o de la legitimación del crimen en uno de los reconocimientos más grotescos de complicidad con el crimen organizado que hemos visto en toda la llamada guerra contra el narco. En esencia, el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció al mundo que el caudal de dinero corría demasiado fuerte y los criminales eran demasiado poderosos. El impacto económico global de procesar a un banco por recibir dinero sucio era demasiado peligroso para arriesgar. “Lo lamentamos, niños, pero parece que los malos de la película van ganando”.

En Cherán, Michoacán, México la noticia de la inmunidad de HSBC de prosecución y sanciones penales en Estados Unidos ya no sorprende a nadie. El crimen organizado prevalece en la comunidad desde el 2000. Después de una contienda para el puesto de alcalde en el 2008, que dejó en poder al candidato del PRI (Partido Revolucionario Institucional), la actividad ilícita se incremento substancialmente. La comunidad aprendió que por todas partes, el crimen organizado es una parte esencial de la política y economía a nivel municipal. Rodeada de bosques preciosos de montaña, Cherán es una pequeña comunidad de indígenas purépechas que conoce el verdadero costo de las ganancias lavadas. Inmediatamente después de las elecciones del 2008, la comunidad empezó a vivir los efectos devastadores del capitalismo “perro come perro” del cual el crimen organizado es solamente una parte.

La industria ilegal de la tala de árboles empezó a arrasar con los bosques más preciosos de la comunidad, los cuales siempre han sido respetados como una conexión espiritual entre los purépechas y su territorio. La tala empezaba a parecerse más al saqueo, y cuando los integrantes de la comunidad intentaban a defender a sus bosques, conocieron a una pesadilla de la vida real: Los talamontes no sólo fueron asistidos y protegidos por las instituciones del gobierno y la policía municipal, sino todo el operativo de la tala estaba coordinado por un importante cartel del crimen organizado. (Aún ahora me dice la gente de la comunidad que el riesgo de nombrar el cartel en lo que escribo o digo, sería casi una muerte segura.)

Los primeros integrantes de la comunidad que se atrevieron a defender sus bosques fueron asesinados sencilla y rápidamente. Entre 2008 y 2011 la situación se deterioró. La delincuencia cobraba dinero a cambio de protección para operar hasta una pequeña empresa en Cherán. El bosque era devastado y la gente vivía aterrorizada; todo el mundo sentía que su vida estaba en peligro. Al atardecer, Cherán se convertía en un pueblo fantasma. Ésta sigue siendo una realidad que demasiadas comunidades en México viven diariamente.

Los asesinatos, desapariciones, secuestros, el crimen de la tala ilegal y el reino de terror llegaron a un momento de hartazgo muy temprano en la mañana del 14 de abril de 2011. Unos días antes, un grupo de mujeres habían empezado a organizar una acción para acabar con el pillaje y destrucción de su pueblo. El 15 de abril, con los niños, niñas y jóvenes a su lado, las mujeres se levantaron e intentaron detener a los talamontes que pasaban por su pueblo. Cuando estos intentaron atropellar a las mujeres, la comunidad entera reaccionó y empezó a quemar sus vehículos y detenerlos.

En ese momento, la complicidad de la policía con el crimen organizado quedó clara; muchas personas de la comunidad vieron a los policías llevar a los matones al lugar donde quedaban retenidos los talabosques en un esfuerzo para liberarlos. La comunidad levantó barricadas con fogatas por todo el pueblo para impedir actos de violencia en contra de la gente. Unos días después, los comuneros tomaron la decisión de no confiar en los políticos de ningún partido político, tampoco en la policía municipal o estatal. Empezaron a organizarse para lograr la autodeterminación y la autodefensa y tomaron la decisión de volver a sus formas tradicionales purépechas de autogobernanza.

El Consejo General de los ancianos de la comunidad fue elegido y comisiones formadas para responder a las necesidades logísticas, sociales, económicas y políticas del pueblo. Dicen los comuneros que recurren a su historia y a sus ancianos para retomar la manera de organización que existía antes de que llegaran los partidos políticos, la policía y el crimen organizado. El Consejo General ahora se reconoce oficialmente como el organismo de gobierno en Cherán, Michoacán.

La comunidad tiene tres demandas fundamentales: seguridad, justicia y la reforestación de su territorio. Sus integrantes han estado participando activamente en la reforestación de la región entera y toman muy en serio este aspecto de su lucha. Nos recuerdan que para ellos, la protección del bosque es una obligación tanto tradicional como espiritual. Cherán no espera que nadie llegue a hacer justicia por sus muertos, sus desaparecidos y sus desplazados; tampoco espera que nadie en poder entienda su búsqueda de justicia para el bosque. Saben que de ahora en adelante la justicia es algo que ellos mismos tendrán que hacer. El mundo entero puede observar la manera en que esta comunidad toma responsabilidad por su propia seguridad a través de las formas tradicionales indígenas de auto-gobernanza y autodefensa.

Dicen los comuneros que un poco después del inicio del levantamiento de 2011, los políticos y policías municipales, llenos de miedo, simplemente se auto-exiliaron de Cherán, así quitando a la gente la tarea de corretearlos. La comunidad tomó las oficinas del gobierno municipal, los vehículos de la policía y sus armas y desde entonces ha hecho buen uso de ellos. Históricamente, los mismos integrantes de Cherán habían protegido a su comunidad. En una rotación voluntaria, gente de cada uno de los cuatro barrios tomaba su turno en patrullar a la comunidad, ejerciendo la autodefensa en lo que se conoce como “la ronda comunitaria.” Después del levantamiento, el Consejo General convocó a voluntarios del pueblo para participar en la ronda, o guardia comunitaria. En Cherán, dicen que la policía se impone por el gobierno pero que la ronda es una manera tradicional de protegerse. Actualmente, tiene dos partes: la ronda comunitaria que patrulla y protege el pueblo dentro de sus fronteras y los guardabosques que patrullan a las afueras del pueblo y se adentran en el bosque; ahí protegen a la gente que vive en zonas rurales y al mismo bosque.

Cheran no es la primera comunidad en México en recurrir a sus antiguas tradiciones de autodefensa; tampoco es el primer lugar en el estado de Michoacán o en la región indígena de los Purépechas. Otras comunidades también se dedican a prácticas muy parecidas, y poco a poco más comunidades ven en la auto-gobernanza y la autodefensa una alternativa a la política corrupta y al sometimiento al crimen organizado. Hace poco, los consejeros en Nurio, Michoacan, una comunidad más grande que ha ejercido la auto-gobernanza y autodefensa durante mucho tiempo, sugirió el inicio de una ronda regional en territorio purépecha para coordinar las patrullas para la defensa de este pueblo indígena en todas partes del estado de Michoacán.

Es difícil no doblar las manos y caer en la resignación cuando te enteras de que criminales como los de HSBC reciben inmunidad del procesamiento y de las sanciones penales, pero es aún más difícil no levantar el puño en el aire cuando ves que los Purépechas han tenido éxito en enfrentar al crimen organizado, a los políticos corruptos, y al mundo de los grandes negocios al establecer sus modelos de autodeterminación y autodefensa ‐ ¡y a nivel comunitario!

Un comentario

  1. Les comparto mi poema . . .

    BOSQUE . . . JAS

    “Grave ecocidio forestal, la vida en peligro mortal.”

    Los árboles sufren de pie,
    por sus raíces, asidas a la fe,
    enferman, lloran, fenecen,
    tan cruel suerte no merecen.

    El más humilde follaje
    es víctima del ultraje,
    ¿quién resarcirá su orgullo,
    quién les dará tierno arrullo?

    Soy el alma de los bosques
    que, por culpa de unos torpes,
    “vegetan” con flora inerte
    o han encontrado la muerte.

    Soy la entraña de los montes,
    de colinas, horizontes,
    que han quedado desolados,
    por algunos desalmados.

    Soy la esencia de natura,
    víctima de la incultura,
    de intereses de unos cuantos,
    por los que sufro de espantos.

    Florestas de oyamel y pino,
    ¿porqué tan brutal destino?,
    son taladas, son quemadas,
    en lugar de ser amadas.

    Robles, caobas maderas,
    tropicales arboledas,
    de la vida son las vetas,
    hay que imponer serias vedas.

    Contingencias ambientales,
    algunas monumentales,
    destruyen su ecosistema,
    por imperio, por sistema.

    ¡A impedir que eso suceda,
    que su grandeza no muera!,
    son los pulmones del orbe,
    oxígeno que se absorbe.

    Soy la conciencia de todos
    los seres humanos probos
    que, a toda ciencia y paciencia,
    cuidarán de la existencia.

    De las frondas, de su fauna,
    dejando atrás todo trauma,
    remediando el ecocidio,
    la sociedad en concilio.

    Soy principio de justicia
    que, a los pueblos, acaricia,
    soy la condena del mundo
    que clama, en lo más profundo:

    “Talamontes infelices,
    que no siguen directrices,
    incendiarios despiadados
    que, del diablo, son aliados.

    Dejen en paz nuestros bosques,
    ya somos sus guardabosques,
    ¡muy pronto tendremos fiesta,
    nuestro amor los reforesta!”

    Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
    Pátzcuaro, Michoacán, México, a 06 de junio del 2013
    Reg. SEP Indautor No. 03-2013-111212464200-14
    A la memoria de la Reserva Ecológica “Estribo Grande”, pulmón de la región de Pátzcuaro, devastada debido al incendio ocurrido los días 12 y 13 de abril del 2013.

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