Los vientos de la resistencia en el Istmo de Tehuantepec

Sobre la visita de Ulises Ruiz y Felipe Calderón en la Ventosa.

Los mismos vientos que mecen suavemente los gráciles y verdes pastos que crecen en esta tierra zapoteca del Istmo de Tehuantepec son los mismos que mecen los engranajes de los molinos de viento, los cuales, con la electricidad que generan mueven a su vez la maquinaria perversa del sistema capitalista mundial.

Los mismos vientos que motivaron la ambición de gobernantes y empresas trasnacionales y que trajeron hasta aquí, el avance voraz y destructivo del norte capitalista y neoliberal, trajeron también e hicieron emerger la resistencia milenaria de este sur profundo, espiritual, comunalista e indígena. Los vientos de la resistencia de los pueblos del Istmo de Tehuantepec.

El día 22 de enero, ante la presencia de Ulises Ruiz y Felipe Calderón en tierras del Istmo de Tehuantepec para la inauguración de uno de los muchos proyectos que componen el megaproyecto de generación de energía eléctrica a base del viento, dos rabias –tal vez mas- se juntaron en una acción de repudio y protesta en algún kilómetro de la carretera transismica de esta región, la cintura de la patria.

Los maestros y maestras de la sección 22 de la región del Istmo y los campesinos y campesinas binni zaa e ikoots de varios pueblos de la región estuvieron juntos en esta acción de protesta. Unos, los maestros y maestras en consecuencia del acuerdo general que tomaron desde 2006 de repudiar en cualquier parte del estado donde pretenda realizar actos públicos el gobernante criminal, responsable de mas de 26 asesinatos a participantes del movimiento social en 2006, Ulises Ruiz. Los otros, los campesinos y campesinas de la región quienes resisten en contra de la construcción del megaproyecto eólico en su territorio, victimas del engaño y despojo que las compañías transnacionales extranjeras hacen de sus tierras, con la complicidad incondicional de los gobernantes de todos los niveles del gobierno y de todos los partidos políticos.

Allá lejos, en el centro de un cordón policiaco y militar impenetrable, los malos gobernantes hablaban de las maravillas del progreso, desarrollo y bienestar que este proyecto traerá. Ante una concurrencurrencia a modo, compuesta de empresarios nacionales y locales, políticos de todos los partidos, dirigentes corrompidos del movimiento de resistencia, representantes de organizaciones sociales que se dedican a traficar con la resistencia o a venderse caro como dicen ellos mismos, los escasos beneficiaros de siempre de estos proyectos neoliberales.

Acá, en la carretera transismica, frente al hecho inverosímil del bloqueo de la vía a la libre circulación de personas y vehículos, es decir del ataque a las vias generales de comunicacion por las mismas fuerzas represoras del estado de derecho, las cuales en otro momento, a punta de toletes, gases lacrimogenos y tanquetas no dudan en desalojar de manera violenta y fincar responsabilidades jurídicas al pueblo cuando toma las calles en protesta. Hablaban unos, los maestros y maestras protestando en contra de la Alianza por la calidad educativa, reforma que claramente tiende a la privatización de la educación publica, a la formación de los estudiantes para ser peones y obreros de las grandes empresas transnacionales y a la perdida de los derechos laborales de los trabajadores de la educación. Hablaban los otros, los campesinos y campesinas Binni zaa e Ikoots que sufren el despojo y el engaño que empresas de energia, principalmente españolas les han hecho para poder apropiarse de sus tierras donde ellos y ellas y sus familias han producido por siglos los alimentos que sostienen a estos pueblos originarios.

Y en ese hablar de unos y otros y de unas y otras, los dolores, los agravios y las injusticias ancestrales y nuevas se encontraron y se hicieron una sola palabra, la palabra de los excluidos de siempre. Aquellos y aquellas que desde hace siglos han puesto la tierra, las manos, la espalda, los conocimientos, el sudor y la sangre para el desarrollo de una patria que les es ajena en sus beneficios y que pertenece a una minoría de oligarcas. Aquellos y aquellas que por medio del despojo y de la subvaloración de los productos de su trabajo han subsidiado verdaderamente el desarrollo de una industria y un empresariado nacional sin ética ni moral y cuyo engrandecimiento solo ha servido para aumentar sus ansias de rapiña y despojo, ahora reforzado con el concurso de las grandes empresas transnacionales extranjeras principalmente españolas en esta nueva guerra de reconquista de nuestro país.

En el medio de la carretera transistmica, una de las múltiples fronteras de la resistencia que limitan el norte capitalista, neoliberal y occidental con el sur profundo, comunalista e indígena, de uno y otro lado de la valla-frontera se aglutinaban las dos unicas fuerzas verdaderamente antagónicas de la humanidad, las únicas dos mitades del mundo que son verdaderamente diferentes y que mas temprano que tarde entraran en colisión definitiva, los opresores y los explotados.

De un lado los gobernantes criminales y su camarilla de empresarios extranjeros y locales, políticos de todos los partidos, dirigentes de organizaciones sociales corruptas y medios de comunicación a modo, se regodeaban de su grandeza y poder. Del otro lado de la valla -de este lado- indigenas, maestros y maestras, campesinos y campesinas, jovenes, estudiantes, trabajadores, todos y todas juntaban sus voces y voluntades en la resistencia anticapitalista, con el rostro alegre que da la dignidad recobrada y la esperaza.

Vientos de resistencia en el Istmo de Tehuantepec, vientos que vienen a fortalecer el torbellino de resistencia que por todo el estado de Oaxaca y por todo el pais, se va formando lenta pero firmemente y que arrancara desde sus cimientos los molinos de viento del capitalismo en esta region del Istmo de Tehuantepec, pero tambien arrastrara a los malos gobiernos, los estados y al sistema capitalista depredador en su voragine libertaria y revolucionaria.

David Venegas Reyes “alebrije”
VOCAL-APPO.
Oaxaca de Magon, Ciudad de la Resistencia.
23 de Enero de 2009.