x carolina
Hasta ahora, Enrique Peña Nieto no ha podido hacer una visita pública a la Ciudad de Oaxaca debido a tanta oposición de la gente. Pero el pasado 7 de septiembre, el ejecutivo aprovechó la inauguración del Centro Cultural y de Convenciones para hacer una breve visita sorpresiva. Su meta declarada era buscar mayores inversiones de los 900 empresarios reunidos en el XXIV Congreso del Comercio Exterior Mexicano. Y para atraerlas, quiso demostrar que la ciudad rebelde se ha transformado en un lugar estable, donde las protestas están bajo control y el estado de derecho prevalece.
Todo estaba preparado. A los 1500 elementos de la policía federal y la gendarmería asignados a contener la resistencia, se sumaron un número igual de policías estatales, municipales, antimotines y grupos de choque del CTM. La policía federal había bloqueado acceso al Centro de Convenciones, mientras el estado mayor presidencial había restringido las entradas a muchos medios de comunicación escritos y electrónicos de Oaxaca. Avispa Midia lo llama un estado de sitio.
Pero lejos de dar señales de confianza a los empresarios, el escenario le salió de sus manos. Al enterarse de los planes de Peña para llegar a la ciudad, los profesores oaxaqueños de la Sección 22, disidentes del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), lo declararon “persona non grata” y colocaron una gran manta en la fachada de su sede sindical en Santa Lucía del Camino, justamente frente al Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca, que dijo “Ni perdón, ni olvido. Peña Nieto asesino. Oaxaca te repudia”. Y otro mensaje escrito en una pared dijo: “Fuera Peña Rata Asesino”. El magisterio llamó a todos sus integrantes y a toda la gente de la ciudad para salir a rechazar su presencia.
Durante horas, hombres, mujeres y, sobre todo, las y los jóvenes de los barrios y las comunidades usaron palos, piedras, resorteras, cohetes y lo que tenían a mano para enfrentar a la policía fuertemente armada con sus gases lacrimógenos. Alrededor de 25 personas fueron detenidas y por lo menos 20 heridos, incluyendo 10 policías.
Pero lo que Peña Nieta seguramente nunca imaginó fue el impacto de un cohetón que rompió el vidrio de un helicóptero del convoy presidencial justamente cuando estaba para aterrizar junto al Centro de Convenciones. No le quedó otra cosa que condenar el ataque en su cuenta de Twitter y en la inauguración del Centro. El gobernador priista Alejandro Murat también condenó a “los grupos que hoy ejercieron violencia al grado de atentar contra la integridad de representantes de los medios de comunicación que viajaban a bordo de un helicóptero de la Presidencia de la República”.
Peña llegó a Oaxaca directamente desde una reunión en China del IX Cumbre BRICS, grupo al que pertenecen Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Ahí se había reunido con Yi Huiman, director del Banco de Industria y Comercio de China.
En un artículo publicado en Desde Las Nubes, Daniel Arellano Chávez afirma lo siguiente:
Los intereses económicos del país asiático afectan directamente a los pueblos de Oaxaca; dado que el yacimiento de hierro más grande del planeta pretende ser explotado por la empresa Xingxing Hanfang Mining Investment Co. Limited, con la extracción de 200 millones de toneladas de hierro puro durante 10 años, en asociación con Altos Hornos de Mexico (AHMSA).
En la firma de ese contrato, fungió como testigo Peña Nieto en una anterior visita a Asia. Según las exploraciones, el yacimiento se extiende por decenas de municipios de la Mixteca, Sierra Sur y Valles Centrales.
Aunque las empresas de China han indicado que “esperan el término de la actual administración para avanzar con las inversiones que tienen planificadas en los rubros automotriz, energético, minero, construcción e infraestructura”, su apetito para los recursos mexicanos sigue fuerte.
Un poco antes de medianoche el mismo día, 7 de septiembre, un terremoto de 8.2 grados Richter golpeó a comunidades en Chiapas y en el Istmo de Tehuantepec, particularmente en Juchitán. Ahora hay campañas en Oaxaca y la Ciudad de México para enviar víveres a las comunidades más afectadas. Y las tormentas continúan.