Distrito Federal, México
“Judicial, y después de golpear y decir mentiras y cobrar por eso ¿cómo lo explicas en tu casa cuando te preguntan…‘Y tú ¿a qué te dedicas?’”?
La pregunta escrita en un cartel es una de las muchas que unos veinte manifestantes lanzaron a los judiciales que salieron con la cara cubierta del juzgado en el Reclusorio Sur después de presentarse para dar falso testimonio contra el joven preso político Víctor Herrera Govea el jueves 19 de noviembre: ¿Cómo se siente ser torturador? Te disfrutaste de apagar tu cigarro en la cara de nuestro compañero? ¿Tienes madre? ¿Cuánto te pagan por torturar? ¿Cuánto ganas por secuestrar? ¿No te da asco verte en el espejo?
Para tener solo 21 años, Víctor ha puesto varios granitos de arena en las luchas más importantes de México de los últimos años. Puede ser que no se proyecte como líder de un movimiento, pero es muy querido por la gente que siempre está en las calles exigiendo justicia y libertad. Al correr la voz sobre su detención brutal, los comentarios sobre su trayectoria se escucharon: “Sé que ayudó en una brigada de trabajo en Chiapas”. “Yo lo vi en Oaxaca cuando ayudaba a construir [el proyecto ecológico] La Cacita”. “Tiene sus problemas, como todos nosotros, pero ahí estuvo en el plantón de Molino de Flores”. “No es por nada que le decimos ‘el Atenco’”. “Creo que andaba con los chavos que vendían flores y dulces ante los bares toda la noche para sacar a unos compas de la carcel”. “Lo conocí como compañero de clase en Filos”. “Sí, es adherente a La Otra Campaña”. “Claro que lo conocemos. Es anarquista ¿no?” En su propio testimonio del 15 de octubre, Víctor también menciona la difusión que daba junto con sus compañerxs “por medio de brigadeo” de varias otras luchas “como la defensa de los pueblos en la Parota”, y “el despojo que ha habido en Tlahuac por la construcción de la línea 12”. Dice: “Ahora más que nunca seguimos pidiendo la libertad de todxs lxs presxs políticxs del país, como el caso de Jacobo Silva y Gloria Arenas, los compañeros de Loxicha, Oaxaca y el Amate”.
Cuando Víctor Herrera fue a la marcha del 2 de octubre para recordar a los estudiantes asesinados por el Estado en ‘68 y oponerse a la represión que se vive ahora en México, fue golpeado, torturado, detenido e incriminado bajo cargos de “robo calificado en pandilla” de un Oxxo y “daño en propiedad ajena”. Al agravar los cargos, el gobierno capitalino de Marcelo Ebrard pretende convertir a un joven compañero de lucha en delincuente para mantenerlo encerrado durante años aun cuando no tiene una sola prueba contra él.
En una invitación a varias actividades celebradas en noviembre, el Comité de apoyo por la libertad de Víctor dice: “Víctor Herrera Govea…es uno de más de 200 presos políticos que los gobiernos federal y estatales tienen en las cárceles del país: La Palma y Molino de Flores en el Estado de México; El Amate en Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Campeche, Veracruz, Tamaulipas. En el D.F. también se vive la represión y la aplicación de políticas neoliberales; de ello nos pueden decir los vendedores ambulantes desplazados del centro de la ciudad y de las plazas públicas de las diferentes delegaciones, los artesanos de Coyoacán, los ejidatarios de Tlaltenco, entre otros más. La represión la estamos sufriendo en todo el país con el ejército en las calles y en retenes a lo largo y ancho del país, con más de 5,000 muertos que ha cobrado la ‘Guerra contra la delincuencia organizada’”.
“La justicia no existe en el país, pues están libres defraudadores de bancos, funcionarios corruptos y en la cárcel están campesinos que defienden su tierra, el bosque, el agua, o indígenas que defienden sus formas tradicionales de gobierno, personas que defienden tarifas justas de energía eléctrica o jóvenes que se manifiestan pro un mundo mejor”.
En violación de la ley, sólo la familia inmediata fue permitida asistir al procedimiento del 19 de noviembre, mientras las y los compañeros de Víctor fueron sacados del juzgado, pero no sin que él viera que estaban ahí en su apoyo. Lo ven fuerte y de buen ánimo. La compañera Eduviges Govea, su mamá, piensa que la presión ejercida en varios actos públicos ha tenido el efecto de advertir a las autoridades de su responsabilidad por su seguridad dentro de la cárcel.
Resulta que los agentes tendrán que presentarse de nuevo dentro de poco porque sólo tres de los cuatro llegaron al juzgado y por eso los testimonios se pospusieron. Mientras tanto se prepara un plantón ante el Reclusorio Sur para la noche del 29 de noviembre para apoyar a Víctor cuando da su declaración el próximo día. Él puede recibir cartas a: presos2deoctubre@hotmail.com
Para encontrar más información: viclibre.acervo.org
Contacto: libertadavictor@gmail.com