[ Foto de: Revolución – Tres Punto Cero ]
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Décadas de agravios acumulados estallaron en la cara plástica de Enrique Peña Nieto mientras él pavoneaba ante las cámaras el pasado 1 de diciembre (#1DMX). Una mini-revuelta en las calles de la Ciudad de México lo dejó en claro que la presidencia de este asesino y torturador, y todo el sistema que él representa, serán rechazados por el pueblo de México desde el primer día de su régimen.
El día de la toma de poder, el Movimiento contra la Imposición había llamado a realizar un cerco a la Cámara de Diputados de San Lázaro donde Peña Nieto tomaría poder el 1 de diciembre. A las 4:30 de la madrugada, alrededor de 400 activistas salieron de la Acampada Revolución #132 en una marcha para el recinto legislativo, donde los esperaban varios miles de maestros de la Sección 22 de Oaxaca y unas filas de policías. Mientras varios de los manifestantes leyeron poesía y corearon consignas, otros intentaron derribar con tubos y palos la valla que mantuvo a la gente a una distancia de la ceremonia oficial.
Al derribar unos pocos segmentos de la valla, los jóvenes en las líneas frontales recibieron gases lacrimógenos y balas de goma, a menudo disparadas no a los pies, sino a la cara; a su vez, dieron batalla con piedras, cocteles molotov y botes de gas devueltos a la policía. De pronto apareció un camión de volteo con seis u ocho jóvenes encima de la caja. El camión se estrelló contra la valla, animando a la gente y enfureciendo a la policía. La batalla se recrudeció. Una hora después ya hubo varios heridos y se informó que un estudiante había muerto, aumentando la rabia de los activistas, quienes emprendieron una marcha hasta el Zócalo. [Ahora sabemos que nadie murió pero, como resultado de los los proyectiles disparados a la cabeza, Uriel Sandoval perdió un ojo y Kuy Kendal sigue en coma en el hospital.]
Un contingente de policías cada vez mayor siguió la marcha y al llegar al centro de la ciudad, hubo enfrentamientos cuando policías intentaron detener a la gente al final de la marcha. Los manifestantes pusieron barricadas para defenderse y bloquear la entrada de más policías. Por la Avenida Juárez se rompieron unos cristales de bancos y negocios y la batalla siguió en el Parque Alameda. Hubo detenciones masivas, principalmente de activistas pero también de gente que simplemente andaban en la calle ese día.
Los siguientes videos muestran una parte de lo que pasó ese día: