Página Web: Fidencioaldama.org
Hace ya cuatro años, nuestro compañero indígena yaqui, Fidencio Aldama Pérez, fue arrestado por el gobierno mexicano y encerrado en una celda de prisión en Ciudad Obregón, Sonora, en el norte de México. En una incriminación flagrante, se le tomó por chivo expiatorio y fue acusado de asesinato sin un ápice de evidencia, acarreado a lo largo del sistema de justicia, y sentenciado a quince años y medio de prisión. Sin embargo, su castigo, tiene mucho menos que ver con un crimen que no cometió que con el firme compromiso que él y su comunidad de Loma de Bácum tienen al mostrar su resistencia en contra del traspaso por sus tierras que un gasoducto quiere realizar sin su consentimiento.
Sempra Energy, con base en San Diego, opera a través de su subsidiaria mexicana, IEnova, y han utilizado todo tipo de tácticas sombrías para impulsar la construcción de su Gasoducto Sonora a través del territorio yaqui. Después de fallar en comprar a las autoridades tradicionales de Loma de Bácum, como ya lo hicieron con otras siete comunidades yaqui aledañas, la compañía de energía recurrió a la violencia física, enviando a un grupo armado a Loma de Bácum el 21 de octubre de 2016, para romper con la organización y la resistencia comunitarias. Durante el ataque, una persona fue asesinada. Fidencio fue arrestado seis días después de que voluntariamente acudiera a ser interrogado sobre su versión de los hechos de aquel día. El Estado no prestó atención al hecho de que, como miembro de la guarda tradicional yaqui, él cargaba con un arma de calibre diferente a la que infligió la herida, ni a ninguna otra evidencia que contradecía el cargo. El mensaje era claro: acepten el gasoducto o enfrenten violencia, intimidación, encarcelamiento e, incluso, la muerte.
En los últimos años, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su administración han intentado sus clásicas estrategias de cooptación y clientelismo para dar luz verde a proyectos neoliberales de extraccionismo no sólo en el territorio yaqui sino en toda la nación. Actualmente, el gobierno está prometiendo restaurar los territorios tradicionales de la tribu yaqui, mientras Fidencio Aldama permanece en una celda de prisión en Ciudad Obregón por defender esos mismos territorios en contra de la destrucción. El régimen de AMLO, con su vacía y progresiva retórica de la “Cuarta Transformación” claramente está intentando fortalecer el control estatal y expandir la acumulación de capital en el territorio yaqui, al mismo tiempo que ataca a la autodeterminación yaqui.
La sección Guaymas-El Oro, del Gasoducto Sonora, busca atravesar el territorio yaqui y es parte de una red aún más grande de gasoductos e infraestructura energética moviendo el gas natural extraído en Estados Unidos hacia México. La extracción de gas y su transportación a través de la región fronteriza es parte del actual despojo, saqueo, y destrucción de múltiples territorios indígenas sobre los cuales tanto los Estados Unidos como México fueron fundados. Mientras el encarcelamiento de Fidencio y la lucha en Loma de Bácum parecen demasiado locales, tienen profundas ramificaciones regionales y globales.
Como una contribución a la lucha yaqui, estamos entusiasmados de anunciar el lanzamiento de una nueva página web bilingüe en español e inglés para extender los esfuerzos de solidaridad con Fidencio Aldama, su familia y la comunidad de Loma de Bácum. Aquí puedes encontrar información y actualizaciones sobre el caso de Fidencio y lo que se está haciendo para conseguir su liberación. También le puedes escribir una carta a Fidencio, descargar textos y material visual relacionados con su caso, o donar dinero para su fondo de solidaridad (una manera directa de ayudar con los costos legales de su caso, así como de proveer apoyo financiero a Fidencio y a su familia). Esta llamada va a las personas de todo el mundo para que se involucren y que hagan de la lucha por la libertad de Fidencio su propia lucha.
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