A partir del mes de junio del año 2016 –a diez años del levantamiento que durante más de seis meses vivió este estado del sur de México– profesores y comunidades de las ocho regiones de Oaxaca regresaron a las calles.
Su principal exigencia es la derogación de la reforma educativa y del paquete de reformas estructurales mejor conocido como “Pacto por México” que el gobierno de Enrique Peña Nieto quiere imponer al país desde el año 2013 bajo la influencia del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Con esas reformas que pretenden privatizar la educación así como varios otros sectores como el campo, la salud, las telecomunicaciones o las energías, el gobierno mexicano está amenazando directamente, no nada más al magisterio, sino al pueblo de México en general. Por lo tanto, el movimiento no se limita a los maestros y la maestras:
“Este movimiento dejó de ser magisterial, ahora es un movimiento social, ¿por qué?, porque la gente del pueblo es la más perjudicada, en todos los aspectos. Por eso en todos los pueblos nos estamos organizando para levantar la voz”, explica una señora de San Pablo Huitzo.
A diferencia de la experiencia vivida en el 2006, donde el principal foco de la resistencia se concentró en la ciudad de Oaxaca, este 2016 se instalaron bloqueos en casi todo el estado. Lo que no ha cambiado es la respuesta del gobierno ante las protestas: la brutal represión sigue siendo su principal reacción. Hasta la fecha, centenares de personas han sido heridas y más de diez han sido asesinadas por elementos de la policía y de la gendarmería del gobierno.
Con este documental, queremos dar a conocer lo ocurrido entre junio y agosto, a través de las voces de pobladores, maestras, madres de familia y autoridades municipales de Oaxaca.