$500,000 dólares de Financiamiento del Departamento de Defensa para la Universidad de Kansas para el Mapeo de Tierras Comunales en La Huasteca y en Oaxaca, México
por Simón Sedillo
el 26 de noviembre de 2007
El Departamento de Geografía de la Universidad de Kansas tuvo acceso a $500,000 dólares de la Oficina de Servicios Militares en el Extranjero (FMSO por sus siglas en inglés) ubicada en el Fuerte Leavenworth en el condado de Leavenworth, Kansas. Los profesores de geografía Jerome Dobson y Peter Herlihy reconocen explícitamente las ramificaciones de seguridad e inteligencia de su proyecto, las Expediciones Bowman, citando los efectos culturales y geopolíticos del “sistema de propiedad neo-liberal”. La casa del FMSO, el Fuerte Leavenworth, fue el cuartel general del frente occidental durante el expansionismo en tierras indígenas a principios del siglo XIX, así como el epicentro del “control” ejercido por el Departamento de Guerra sobre las poblaciones indígenas después del Guerra Civil. Hoy en día, el FMSO se concentra en amenazas emergentes y asimétricas a la seguridad nacional de los Estados Unidos de América, lo que hace sospechosas sus intenciones al financiar las Expediciones Bowman.
La intervención militar de los Estados Unidos en México ha tenido un incremento continuo en la última década, y ahora se sitúa por la vía rápida a través del Plan México, que al igual que el Plan Colombia, justifica financiamiento en el futuro para la “guerra contra las drogas”. La racista historia del orden colonial y la ocupación territorial continúa con todo un nuevo paquete de conspiraciones buscando la ganancia económica y la relevancia académica. Los mapas producidos por este proyecto, no son solamente sobre el medio físico, sino intencionalmente sobre la resistencia cultural al desplazamiento. Bajo la retórica de la imparcialidad científica y la exploración geográfica, las expediciones Bowman están activamente pavimentando el camino al infierno en México.
Universidad de Kansas
Lawrence Kansas
“Las Expediciones Bowman”
Cita del Lawrence Journal-World en Kansas (LJWorld.com):
• El plan piloto para las Expediciones Bowman ya se está encaminado en regiones remotas de México.
• La investigación es apoyada por más de $500,000 dlls. del Departmento de Defensa a través de la Oficina de Estudios Extranjeros en el Fuerte Leavenworth. Involucra investigadores de Universidad de Kansas, la Universidad Estatal de Kansas e instituciones de Canadá y México.
• Los equipos dan seguimiento a la transferencia de propiedad de las tierras comunales “ejidales” a propiedad privada, proceso legalizado por un cambio en la Constitución Mexicana en 1992.
• El Co-Director del programa Peter Herlihy piensa que PROCEDE, el Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares Urbanos, ha causado una revolución silenciosa. “Yo diría que es el cambio en tenencia de la tierra más significativo en cualquier país Latinoamericano desde la Colonia”, expresó.
• Los investigadores han viajado a La Huasteca en el estado de San Luís Potosí y al estado de Oaxaca. Han capacitado a los residentes locales en cartografía y utilizado su sabiduría para elaborar mapas del área. Están recopilando información demográfica y acerca de la tenencia de la tierra, y el registro de quién compra y quién vende cada parcela de tierra. Comparten la información recabada con los residentes locales, pero Herlihy también contempla otros usos para la información. Mucha de la tierra ejidal es forestal, ha dicho, por lo tanto, el destino de la tierra tiene implicaciones para la conservación ambiental. Y los cambios en la tierra también afectan la inmigración, declaró.
• Geoff Demarest, analista del Buró América en la Oficina de Estudios Militares En el Extranjero en el Fuerte Leavenworth, dijo que espera ver más proyectos como el de México. Y que un segundo equipo está planeado para conducir investigaciones en las Antillas. “Vivimos en un mundo donde ahora estamos admitiendo que el conocimiento que sirve de base para que el gobierno tome decisiones puede ser mejorado”, Demarest declaró.
Tomado del sitio web de las Expediciones Bowman situado en México, “México Indígena” en:
http://www.prmapping.res.ku.edu/Mexico_Indigena/
Extracto del reporte preliminar de Julio de 2006.
• En 2005, los geógrafos de la Universidad de Kansas Jerome Dobson y Peter Herlihy comenzaron una colaboración internacional con la Sociedad Geográfica de América, la Oficina de Estudios Militares en el Extranjero de los Estados Unidos y la Universidad Autónoma de San Luís Potosí de México (UASLP) para juntar estudiantes y profesores de universidades en los Estados Unidos, Canadá y México para crear una base de datos comprensible en Sistema de Información Geográfica (GIS, por sus siglas en Inglés) a nivel nacional que se enfocara en cómo los cambios neoliberales en el régimen de propiedad en México afectarían las culturas indígenas y el uso de tierra.
• Jerry Dobson el Pl del programa concibió la idea más amplia del proyecto, por que el, cómo muchos otros, estaba preocupado por las fallas del sistema de inteligencia estadounidense y conflictos similares alrededor del mundo.
• El proyecto prototipo de investigación, llamado México Indígena, es dirigido por el Co-PI Peter Herlihy, y demuestra como la pasada de moda geografía regional puede ser re-equipada con tecnologías digitales y metodologías humanistas. La noción de Dobson´s fue adoptada y apoyada por la FMSO en el vecino Fuerte Leavenworth desde el principio.
• Las dos metas del equipo de investigación fueron: 1) desarrollar un prototipo para obtener, interpretar y presentar información geográfica actualizada de un país de una fuente abierta, de datos del Sistema de Información Geográfica (GIS) de todo tipo accesibles públicamente y 2) determinar, investigar y desarrollar la investigación de un tema con una conexión relevante con temas de seguridad y defensa. La tenencia indígena de la tierra y los radicales cambios del régimen de propiedad neoliberal son el tema específico que el equipo de trabajo ha explorado mientras se construía un GIS más amplio para México.
• El equipo del proyecto es claro, por un lado, que ningún modelo por si mismo puede reflejar las diferencias existentes entre las condiciones para la investigación encontradas en un país y las existentes en otro. Por otro lado, el equipo cree que sus experiencias al implementar el primer GIS global de la FMSO para una investigación de campo en un lugar específico pueden proveer una guía útil para estructurar proyectos futuros, ayudando a asegurar el éxito de programas más amplios de la FMSO, para extender estos proyectos alrededor del mundo. ¡En verdad valió la pena la inversión!
Dobson asegura que está consciente de las implicaciones de los avances técnicos de su ciencia en consideración a lo que él llama geo-esclavitud, o del abuso de datos geográficos para controlar poblaciones; sin embargo, se contradice al defender públicamente esta ciencia, reclamando la necesidad de más geografía en la comunidad de “inteligencia”. Dobson convenció al Departamento de Defensa de financiar las Expediciones Bowman teniendo en mente las implicaciones para la inteligencia y la seguridad. Como geógrafo, Dobson debió estar muy consciente de lo peligrosa que podría ser esta información en manos de mandos militares buscando calmar la resistencia popular a los intereses políticos y corporativos de los Estados Unidos en México. La geografía cultural, a diferencia de la sociología, reconoce sin ninguna objetividad los claros riesgos del capitalismo imperial y su efecto destructivo en el trabajo campesino de las comunidades indígenas por todo el sur global. Si esta fuera solamente una investigación geográfica sobre un fenómeno cultural para ayudar a una comunidad a sobrevivir las acciones del neoliberalismo, entonces todos podríamos aplaudir los esfuerzos de Dobson, pero su fuente de financiamiento exhibe un monstruo más siniestro detrás de su retórica científica.
De la Escuela de las Américas al Fuerte Leavenworth
Fuerte Benning
Columbus, Georgia
El 16, 17, 18 de noviembre pasados se llevó a cabo la protesta anual frente a la Escuela de las Américas (SOA, por sus siglas en inglés) en el Fuerte Benning en Columbus, Georgia. La SOA, conocida ahora como el Instituto Hemisférico para la Cooperación en Seguridad, es famosa por entrenar militares latinoamericanos en “tácticas contra-insurgentes”.
The School of the Americas Watch (SOAW) es un grupo religioso que se manifiesta en contra de la Escuela de las Américas. La SOAW ha estado organizando protestas al estilo de vigilias religiosas los últimos 18 años para protestar en contra de varias atrocidades con las que la SOA ha estado ligada directamente; entre ellas el asesinato de 4 monjas católicas estadounidenses, el Arzobispo Oscar Romero, y 6 sacerdotes jesuitas, todos ellos en El Salvador. El sitio web del SOAW contiene copias desclasificadas de manuales de entrenamiento usados en la SOA, que incluyen tácticas de contra-insurgencia ilícitas e inmorales como violación, secuestro, desaparición, tortura, manipulación política y mediática, así como propaganda. Participantes del SOAW enlistan a Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Perú, Paraguay y Uruguay, como algunos de los países que tienen graduados de la SOA. Los organizadores de las vigilias siempre han insistido en que la SOA no es la única escuela de este tipo, y que otras instituciones militares por todo Estados Unidos y el mundo podrían estar comprometidas en tácticas de entrenamiento similares.
Un ejemplo es el Fuerte Huachuca, en el estado de Arizona. Desde 2004, ha habido alegatos de que el Fuerte Huachuca está ligado a la enseñanza de técnicas de abuso o tortura que fueron usadas en Abu Ghraib y en otras partes. En Octubre de 2007, dos sacerdotes católico-romanos, fueron sentenciados a 5 meses de prisión por arrodillarse a rezar adentro de las instalaciones después de que las autoridades se negaron a aceptar una carta escrita por ellos estableciendo un vínculo entre el Fuerte Huachaca y el entrenamiento de tortura. (TortuteOnTrail.org)
Aunque la SOA es mejor conocida por entrenar soldados de Centro y Sudamérica, la escuela ha mostrado un incremento estable en graduados mexicanos. La organización SOAW declara: “El repentino crecimiento de graduados mexicanos corresponde al creciente movimiento a favor de la justicia económica en México. En los primeros 49 años de la Escuela, México mandó muy pocos estudiantes, 766. Este número escaló bruscamente en 1966 y aumentó a 333 estudiantes en 1997, 1,177 en 1998 y cerca de 700 en 1999.”
“La Escuela de las Américas es parte de un proyecto mayor para proteger y defender los intereses corporativos de Estados Unidos en México, a costa de los trabajadores y los pueblos indígenas. El movimiento para cerrar la Escuela de las Américas es una expresión importante de solidaridad con el pueblo mexicano.” Eduardo Díaz, líder obrero mexicano.
Fuerte Leavenworth
El condado de Leavenworth, Kansas
Por 30 años, el Fuerte Leavenworth fue la base principal de operaciones en la frontera indígena durante la guerra México-Estados Unidos; el fuerte era el cuartel principal del ejército del oeste. Durante las tres décadas que siguieron a la Guerra Civil Estadounidense, el Fuerte Leavenworth fue el epicentro de “control” de la población nativa norteamericana por parte del Departamento de Guerra.
Hoy, la Oficina de Servicios Militares en el Extranjero (FMSO) es un centro de investigación y análisis bajo la Comandancia de Entrenamiento y Doctrina del Ejército Estadounidense, Subdirección de empleados G2 (rango gubernamental de inteligencia). El FMSO administra y opera el Centro de Inteligencia de Reserva Conjunta (JRIC por sus siglas en inglés) del Fuerte Leavenworth, y conduce programas analíticos enfocados en amenazas asimétricas y emergentes, desarrollos regionales militares y de seguridad, y otros temas que definen ambientes operacionales evolutivos en todo el mundo.
Al subvencionar más de $500,000 dólares en fondos del Departamento de Defensa, canalizados directamente a través de la Oficina de Servicios Militares en el Extranjero para mapear tierras comunales indígenas, es claro que el Departamento de Defensa está identificando a México como un posible escenario para amenazas emergentes y asimétricas. Lo curioso, sin embargo, es que el interés inicial de las Expediciones Bowman en la Huasteca, se ha dirigido ahora a Oaxaca, en vez de a alguno de los estados en los que están ocurriendo abiertamente insurgencias armadas, como Chiapas y Guerrero. El artículo del LJ World declara: “Los equipos dan seguimiento a la transferencia de propiedad de las tierras comunales “ejidales” a propiedad privada, proceso legalizado por un cambio en la Constitución Mexicana en 1992.” En realidad, en 1992, el entonces presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari rompió la ley federal mexicana al derogar el artículo 27 de la Constitución. El artículo 27 establecía concesiones permanentes de tierras comunales “ejidales” a los 10 millones de indígenas de México. Estas concesiones de tierra no eran reservas, sino grandes parcelas de tierra por las que lucharon los indígenas durante la Revolución Mexicana de 1910 bajo los auspicios de Emiliano Zapata. Gortari derogó el artículo 27 privatizando estas tierras comunales en preparación para los ajustes estructurales necesarios impuestos por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. A los ojos del gobierno federal mexicano y oficiales canadienses y estadounidenses, estas tierras comunales tenían que ser privatizadas para permitir la “inversión extranjera” y la desregulación de la explotación de recursos naturales. La retórica usada por el programa mexicano PROCEDE (Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares Urbanos), para convencer a campesinos indígenas de permitir la privatización de esas tierras era que ahora, por primera vez, los campesinos tendrían títulos de propiedad de sus tierras, y podrían hacer con ellas lo que quisieran. Inmediatamente después de la derogación del artículo 27 varias estruendosas revoluciones empezaron a brotar entre comunidades indígenas de México. Las más notables son los levantamientos armados en Chiapas, por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), y en Guerrero por el Ejército Popular Revolucionario (EPR). Estos dos, así como otros grupos armados y no-armados, respondieron a la privatización de las tierras comunales de diferentes maneras.
La otorgación de escrituras no pretendía liberar la tierra para que la gente la poseyera y controlara, sino preparar el terreno para que las comunidades indígenas vendieran sus tierras tradicionales y las entregaran a inversionistas extranjeros. Antes de la derogación del artículo 27, el gobierno federal mexicano utilizaba descarada y brutalmente la fuerza militar para desplazar comunidades de tierras ricas en recursos naturales o de importancia estratégica para la economía política de Estados Unidos. La entrada en vigor del TLCAN pondría los “ojos del mundo” en México y por ello se requerirían nuevos y más creativos métodos de desplazamiento comunitario, arrebato de tierras y explotación de recursos naturales. Ahora, con escrituras, los campesinos indígenas que alguna vez estuvieron ligados a sus comunidades y a conservar y trabajar la tierra para su gente, podrían ser persuadidos de vender esta tierra. Aún así, las privatizaciones no bastaron para convencer a suficientes campesinos de renunciar a su forma de vida y a sus tradiciones. Por lo tanto, un segundo y más insidioso aspecto neo-colonial del PROCEDE es la concesión de títulos de propiedad superpuestos a comunidades vecinas, que si no estaban ya disputándose por límites territoriales, seguramente empezarían a hacerlo ahora. La exacerbación de disputas existentes y la creación de nuevos conflictos por límites territoriales por parte del PROCEDE no satisfacería la necesidad de hacer aquellas tierras comunales disponibles para la inversión extranjera. Esto nos lleva de nuevo al papel que desempeña la Oficina de Servicios Militares en el Extranjero en el Fuerte Leavenworth en el condado de Leavenworth, Kansas, y la Escuela de las Américas en el Fuerte Benning, en Colombus, Georgia. La retórica detrás del Tratado de Libre Comercio de América del Norte fue la de la democratización; por lo tanto el uso del ejército para hacer los ajustes estructurales y los desplazamientos necesarios para preparar el nuevo futuro de México como país en “desarrollo”, ya no sería abiertamente aceptable. El papel que desempeña la Oficina de Servicios Militares en el Extranjero al identificar amenazas “emergentes y asimétricas” en Oaxaca es por lo menos escalofriante. El Fuerte Leavenworth posee un vasto despliegue de conocimientos con respecto a cómo cambios neo-liberales en el régimen de propiedades de México afectará a las culturas indígena y el uso de la tierra. Como baluarte para la expansión occidental en tierras indígenas por más de treinta años y como un epicentro de “control” de los pueblos indios norteamericános, la base militar debe haber adquirido conocimientos sobre los efectos políticos, económicos, sociales, culturales, psicológicos y espirituales de desplazar gente indígena de su tierra a toda costa.
La más grande amenaza para la seguridad de los Estados Unidos de América.
No hay nada de sorprendente en la participación de la FMSO asesorando amenazas emergentes y asimétricas en la agenda neo-liberal de los Estados Unidos en el mundo. Sin embargo, lo chocante del asunto es lo que la FMSO califica como amenaza “emergente” y “asimétrica”. En general, amenazas asimétricas son grupos terroristas o grupos insurgentes armados, pero la extensión a la clasificación de “asimétrica” a “emergente” abarca mucho más que eso. La extensión de “asimétrica” a “emergente” incluye intrínsecamente movimientos sociales como amenazas, la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), sus comunidades y organizaciones adherentes no son una excepción. Entonces, ¿qué es lo que es tan amenazante de los movimientos sociales en Oaxaca para los Estados Unidos? Lo mismo que fue tan amenazante de los indios norteamericanos resistiendo el desplazamiento forzado de sus tierras, para estar acordes con las necesidades de la creciente población blanca sedentaria. El movimiento social popular dentro de la APPO, sus comunidades y organizaciones adherentes son indígenas en su raíz. Más de 3/5 de los municipios de Oaxaca son gobernados por métodos indígenas tradicionales de autogobierno. Estos métodos de gobierno preexisten al comunismo, anarquismo, socialismo, la democracia y otros ideales políticos eurocéntricos que hoy dominan el paisaje geopolítico de nuestro mundo. Estas formas tradicionales de gobierno, delineadas por los principios indígenas de unidad y resistencia, y sintetizados por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, se extienden a través de Mesoamérica, y no sólo Chiapas.
Los Zapatistas presentaron al mundo siete de estos principios, y dejaron una noción de ellos, como un sendero guiando al redescubrimiento de otros principios mesoamericanos “perdidos”. En junio de 2006, en el estallido de un levantamiento popular en Oaxaca, México; la APPO dejó claro al mundo que ellos también aspirarían a esos principios como los cimientos de su propuesta de asamblea popular, declarando públicamente, como lo hizo años antes el Sub-comandante Insurgente Marcos del EZLN, que la APPO “mandaría obedeciendo”.
La amenaza más grande para la economía política neo-liberal no es el terrorismo, ni la insurgencia armada, ni las drogas. Siempre ha sido y continúa siendo la organización comunitaria de base para la auto-suficiencia, la auto-determinación, el auto-empoderamiento, y la auto-defensa. En México, así como entre los crecientes movimientos sociales que están brotando por toda Latinoamérica, este tipo de organización puede resumirse en una sola palabra: “autogestión”. La autogestión es la amenaza más grande para el neo-liberalismo y los beneficios que ofrece al pueblo Norteamericano. Cuando comunidades, cuyo rol en la economía política neoliberal es el de un esclavo, sirviente o peor aún el de una “variable desechable”; empiezan a organizarse para lograr la auto-suficiencia, la auto-determinación, el auto-empoderamiento y la auto-defensa, se convierten en la más grande amenaza para la seguridad de los Estados Unidos de América. De hecho, ésta es la única cosa que alguna vez se ha considerado verdaderamente una amenaza.
Tener una respuesta militar evidente a este tipo de amenaza se ha vuelto cada vez menos factible para Estados Unidos. Durante los 80s y 90s el gobierno estadounidense incrementó exponencialmente sus estrategias de guerra de “baja intensidad”, para erosionar el soporte básico de movimientos sociales populares que retaron la política económica neo-liberal. Hoy día, como hizo Estados Unidos en Colombia, el presidente Bush está solicitando financiamiento adicional para programas antinarcóticos en México a través del “Plan México”, apodado la “Iniciativa Mérida” para evadir connotaciones negativas asociadas con el absolutamente fallido “Plan Colombia”. De nuevo, la amenaza a los intereses corporativos de Estados Unidos en México, como en Colombia, no son las drogas o los narcotraficantes, pero la resistencia popular al desplazamiento de tierras. En el caso de México, el ejército mexicano se convierte en el ejecutor de las operaciones militares de los Estados Unidos en este país, recibiendo 80% de su financiamiento y entrenamiento directamente del gobierno estadounidense.
El ejército mexicano subcontrata la brutalidad de la Policía Federal Preventiva mexicana y varias fuerzas paramilitares encontradas por todo el territorio mexicano incluyendo, grupos vigilantes, escuadrones de muerte entrenados, y civiles militarizados llevando a cabo atrocidades disfrazadas de disputas agrarias.
Una parte profundamente deprimente de la historia es como muchos estadounidenses estarían “sorprendidos de oír que esto todavía está pasando”. Peor aún, son las “buenas intenciones” de académicos que gustan de jugar a las ciencias sin evaluar realmente las consecuencias de sus investigaciones. En 2002, un campesino oaxaqueño me preguntó y me expresó lo siguiente: “¿De verdad creen los gringos que la paz, confort, tranquilidad y prosperidad de la que gozan hoy ha llegado así nada más, sin graves consecuencias para las comunidades cuya espalda, sudor y sangre ha sido y continúa siendo usada como gasolina para esta máquina?, ¿qué no se dan cuenta los gringos que su paz es nuestro terror? Y si lo hicieran, ¿les importaría?”