México.
30 de diciembre del 2012.
Al pueblo de México:
A los pueblos y gobiernos del mundo:
Hermanos y hermanas:
Compañeros y compañeras:
El pasado 21 de diciembre del 2012, en horas de la madrugada, decenas de miles de indígenas zapatistas nos movilizamos y tomamos, pacíficamente y en silencio, 5 cabeceras municipales en el suroriental estado mexicano de Chiapas.
En las ciudades de Palenque, Altamirano, Las Margaritas, Ocosingo y San Cristóbal de las Casas, los miramos y nos miramos a nosotros mismos en silencio.
No es el nuestro un mensaje de resignación.
No lo es de guerra, de muerte y destrucción.
Nuestro mensaje es de lucha y resistencia.
Después del golpe de estado mediático que encumbró en el poder ejecutivo federal a la ignorancia mal disimulada y peor maquillada, nos hicimos presentes para hacerles saber que si ellos nunca se fueron, tampoco nosotros.
Hace 6 años, un segmento de la clase política e intelectual salió a buscar un responsable para su derrota. En aquel tiempo nosotros estábamos, en ciudades y comunidades, luchando por justicia para un Atenco que no estaba entonces de moda.
En ese ayer nos calumniaron primero y quisieron acallarnos después. Incapaces y deshonestos para ver que en sí mismos tenían y tienen la levadura de su ruina, pretendieron desaparecernos con la mentira y el silencio cómplice.
Seis años después, dos cosas quedan claras:
Ellos no nos necesitan para fracasar.
Nosotros no los necesitamos a ellos para sobrevivir.
Nosotros, que nunca nos fuimos aunque así se hayan empeñado en hacerles creer los medios de todo el espectro, resurgimos como indígenas zapatistas que somos y seremos.
En estos años nos hemos fortalecido y hemos mejorado significativamente nuestras condiciones de vida. Nuestro nivel de vida es superior al de las comunidades indígenas afines a los gobiernos en turno, que reciben las limosnas y las derrochan en alcohol y artículos inútiles.
Nuestras viviendas se mejoran sin lastimar a la naturaleza imponiéndole caminos que le son ajenos. En nuestros pueblos, la tierra que antes era para engordar el ganado de finqueros y terratenientes, ahora es para el maíz, el frijol y las verduras que iluminan nuestras mesas.
Nuestro trabajo recibe la satisfacción doble de proveernos de lo necesario para vivir honradamente, y de contribuir en el crecimiento colectivo de nuestras comunidades.
Nuestros niños y niñas van a una escuela que les enseña su propia historia, la de su patria y la del mundo, así como las ciencias y las técnicas necesarias para engrandecerse sin dejar de ser indígenas.
Las mujeres indígenas zapatistas no son vendidas como mercancías.
Los indígenas priístas van a nuestros hospitales, clínicas y laboratorios porque en los del gobierno no hay medicinas, ni aparatos, ni doctores ni personal calificado.
Nuestra cultura florece, no aislada sino enriquecida por el contacto con las culturas de otros pueblos de México y del mundo.
Gobernamos y nos gobernamos nosotros mismos, buscando siempre primero el acuerdo antes que la confrontación.
Todo esto se ha conseguido no sólo sin el gobierno, la clase política y medios que los acompañan, también resistiendo sus ataques de todo tipo.
Hemos demostrado, una vez más, que somos quienes somos. Con nuestro silencio nos hicimos presentes.
Ahora con nuestra palabra anunciamos que:
Primero.- reafirmaremos y consolidaremos nuestra pertenencia al Congreso Nacional Indígena, espacio de encuentro con los pueblos originarios de nuestro país.
Segundo.- retomaremos el contacto con nuestros compañeros y compañeras Adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona en México y en el mundo.
Tercero.- intentaremos construir los puentes necesarios hacia los movimientos sociales que han surgido y surgirán, no para dirigir o suplantar, sino para aprender de ellos, de su historia, de sus caminos y destinos.
Para esto hemos logrado el apoyo de individuos y grupos en diferentes partes de México, conformados como equipos de apoyo de las comisiones Sexta e Internazional del EZLN, de modo que se conviertan en correas de comunicación entre las Bases de Apoyo Zapatistas y los individuos, grupos y colectivos Adherentes a la Sexta Declaración, en México y en el mundo, que aún mantienen su convicción y compromiso con la construcción de una alternativa no institucional de izquierda.
Cuarto.- seguirá nuestra distancia crítica frente a la clase política mexicana que, en su conjunto, no ha hecho sino medrar a costa de las necesidades y las esperanzas de la gente humilde y sencilla.
Quinto.- respecto a los malos gobiernos federales, estatales y municipales, ejecutivos, legislativos y judiciales, y medios que los acompañan decimos lo siguiente:
Los malos gobiernos de todo el espectro político, sin excepción alguna, han hecho todo lo posible por destruirnos, por comprarnos, por rendirnos. PRI, PAN, PRD, PVEM, PT, CC y el futuro partido de RN, nos han atacado militar, política, social e ideológicamente.
Los grandes medios de comunicación intentaron desaparecernos, con la calumnia servil y oportunista primero, con el silencio taimado y cómplice después. A quienes sirvieron y de cuyos dineros se amamantaron ya no están. Y quienes ahora los relevan no durarán más que sus antecesores.
Como ha sido evidente el 21 de diciembre del 2012, todos han fracasado.
Queda entonces al gobierno federal, ejecutivo, legislativo y judicial, decidir si reincide en la política contrainsurgente que sólo ha conseguido una endeble simulación torpemente sustentada en el manejo mediático, o reconoce y cumple sus compromisos elevando a rango constitucional los derechos y la cultura indígenas, tal y como lo establecen los llamados “Acuerdos de San Andrés”, firmados por el gobierno federal en 1996, encabezado entonces por el mismo partido ahora en el ejecutivo.
Queda al gobierno estatal decidir si continúa la estrategia deshonesta y ruin de su antecesor, que además de corrupto y mentiroso, ocupó dineros del pueblo de Chiapas en el enriquecimiento propio y de sus cómplices, y se dedicó a la compra descarada de voces y plumas en los medios, mientras sumía al pueblo de Chiapas en la miseria, al mismo tiempo que hacía uso de policías y paramilitares para tratar de frenar el avance organizativo de los pueblos zapatistas; o, en cambio, con verdad y justicia, acepta y respeta nuestra existencia y se hace a la idea de que florece una nueva forma de vida social en territorio zapatista, Chiapas, México. Florecimiento que atrae la atención de personas honestas en todo el planeta.
Queda a los gobiernos municipales decidir si se siguen tragando las ruedas de molino con las que las organizaciones antizapatistas o supuestamente “zapatistas” los extorsionan para agredir a nuestras comunidades; o mejor usan esos dineros para mejorar las condiciones de vida de sus gobernados.
Queda al pueblo de México que se organiza en formas de lucha electoral y resiste, decidir si sigue viendo en nosotros a los enemigos o rivales en quienes descargar su frustración por los fraudes y agresiones que, al final, todos padecemos, y si en su lucha por el poder continúan aliándose con nuestros perseguidores; o reconocen al fin en nosotros otra forma de hacer política.
Sexto.- en los próximos días el EZLN, a través de sus comisiones Sexta e Internazional, dará a conocer una serie de iniciativas, de carácter civil y pacífico, para seguir caminando junto a los otros pueblos originarios de México y de todo el continente, y junto a quienes, en México y en el mundo entero, resisten y luchan abajo y a la izquierda.
Hermanos y hermanas:
Compañeros y compañeras:
Antes tuvimos la buenaventura de una atención honesta y noble de distintos medios de comunicación. Lo agradecimos entonces. Pero eso fue completamente borrado con su actitud posterior.
Quienes apostaron a que sólo existíamos mediáticamente y que, con el cerco de mentiras y silencio, desapareceríamos, se equivocaron.
Cuando no habían cámaras, micrófonos, plumas, oídos y miradas, existíamos.
Cuando nos calumniaron, existíamos.
Cuando nos silenciaron, existíamos.
Y aquí estamos, existiendo.
Nuestro andar, como ha quedado demostrado, no depende del impacto mediático, sino de la comprensión del mundo y de sus partes, de la sabiduría indígena que rige nuestros pasos, de la decisión inquebrantable que da la dignidad de abajo y a la izquierda.
A partir de ahora, nuestra palabra empezará a ser selectiva en su destinatario y, salvo en contadas ocasiones, sólo podrá ser comprendida por quienes con nosotros han caminado y caminan, sin rendirse a las modas mediáticas y coyunturales.
Acá, con no pocos errores y muchas dificultades, es ya una realidad otra forma de hacer política.
Pocos, muy pocos, tendrán el privilegio de conocerla y aprender de ella directamente.
Hace 19 años los sorprendimos tomando con fuego y sangre sus ciudades. Ahora lo hemos hecho de nuevo, sin armas, sin muerte, sin destrucción.
Nos diferenciamos así de quienes, durante sus gobiernos, repartieron y reparten la muerte entre sus gobernados.
Somos los mismos de hace 500 años, de hace 44 años, de hace 30 años, de hace 20 años, de hace apenas unos días.
Somos los zapatistas, los más pequeños, los que viven, luchan y mueren en el último rincón de la patria, los que no claudican, los que no se venden, los que no se rinden.
Hermanos y hermanas:
compañeras y compañeros:
Somos l@s zapatistas, reciban nuestro abrazo.
¡Democracia!
¡Libertad!
¡Justicia!
Desde las montañas del sureste mexicano.
Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena – Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México. Diciembre del 2012 – enero del 2013